La diferencia entre chapa de acero y placa de acero

La diferencia entre chapa de acero y placa de acero

La lámina de acero y la placa a menudo se combinan cuando la lámina de acero y la placa de acero son en realidad productos diferentes. Comprender la diferencia fundamental entre la hoja y la placa puede ayudar a determinar qué tipo se adapta mejor a sus necesidades.

¿Qué es la chapa de acero?

La chapa de acero se puede definir como un metal más grueso que la lámina pero más delgado que el espesor de la placa. El calibre o espesor determina la designación de cuándo la hoja de metal se convierte en hoja de metal y cuándo la hoja de metal se convierte en placa de metal. Por lo tanto, el espesor mínimo de la chapa está entre 0,5 mm y el espesor máximo es de 6 mm para ser considerada chapa.

• Grosor de la lámina metálica: hasta 0,2 mm
• Grosor de la placa de metal: 6 mm +

La chapa de acero puede ser perforada, corrugada o plana y expandida en relieve.

¿Qué es el metal de placa de acero?

La placa de acero se puede definir como una hoja de metal de 6 mm o más de espesor. La placa de acero se mide en pulgadas, mientras que la hoja de metal se mide en calibres. La placa de acero se puede segmentar en placas de acero de bajo, medio y alto contenido de carbono. Un mayor contenido de carbono aumenta la resistencia y la dureza. Los usos comunes de la placa de acero incluyen:

• Aplicaciones estructurales
• Maquinaria
• Puentes
• Columnas de refuerzo

Métodos de procesamiento de chapa de acero

Las opciones de procesamiento de chapa de acero incluyen chapa laminada en caliente o en frío.

Chapa laminada en caliente: rentable. El proceso de laminación en caliente aumenta la tenacidad y ductilidad del acero. El acero laminado en caliente es ideal para aplicaciones de extrusión, forjado y doblado.

El acero laminado en caliente se utiliza para tuberías y tuberías, construcción, estructuras de vehículos y aplicaciones donde no se requieren tolerancias estrictas.

Chapa laminada en frío: el límite elástico es mayor que el acero laminado en caliente. Es ideal para aplicaciones que requieren dimensiones precisas y mayor resistencia.

Con su superficie de acabado liso, es ideal para aplicaciones que incluyen piezas estructurales, muebles metálicos o pequeños electrodomésticos.