Corrosión
La mayoría de los aceros son susceptibles a la corrosión al estar expuestos al aire y al agua y, por consiguiente, tienen que pintarse periódicamente. Por otro lado, la utilización de aceros intemperizados para algunas apps, tiende a remover este valor. A pesar de que los aceros intemperizados tienen la posibilidad de ser muy efectivos en algunas ocasiones para limitar la corrosión, hay varios casos donde su uso no es posible. En varias de estas ocasiones, la corrosión puede ser un inconveniente real.
Pandeo
Cuanto más largos y esbeltos sean los integrantes a compresión, tanto más grande es el riesgo de pandeo. En la mayor parte de las construcciones, la utilización de columnas de acero es muy barato gracias a sus relaciones altas de resistencia a peso. Por otro lado, en forma ocasional, se requiere algún acero agregada para rigidizarlas y que no se pandeen. Esto tiende a achicar su economía.
Fatiga
Otra propiedad problema del acero es que su resistencia se puede achicar si se somete a un enorme conjunto de inversiones del sentido del esfuerzo, o bien, a un enorme conjunto de cambios en la intensidad del esfuerzo de tensión. (Se tienen inconvenientes de fatiga sólo cuando se muestran tensiones.) En la costumbre de hoy se reducen las resistencias estimadas de tales integrantes, si se conoce de seguro que van a estar sometidos a un número más grande de ciclos de esfuerzo variable, que cierto número límite.
Fractura
Bajo algunas condiciones, el acero puede perder su ductilidad y la fractura frágil puede suceder en sitios de concentración de esfuerzos. Las cargas que generan fatiga y muy bajas temperaturas agravan la circunstancia. Las condiciones de esfuerzo triaxial además tienen la posibilidad de conducir a la fractura frágil.